En esta segunda entrada me gustaría hacer referencia a la discriminación hacía las personas que sufren algún tipo de discapacidad o capacitismo pero, no en la actualidad, sino volviendo la vista atrás (muy atrás), tanto como a la Edad Media, para mostrar como ya desde siglos pasados el trato hacía las personas con diversidad funcional o discapacidad era diferente y por qué no, asombroso.
Para empezar, se debe resaltar que la Edad Media fue un período de oscuridad, violencia, irracionalidad, una de las etapas más tristes en la historia de la humanidad, donde lo social sufre un gran retroceso; además, no se debe olvidar la gran influencia del cristianismo en todos los aspectos de la vida. Es en este contexto donde debemos entender el trato mencionado.
En este periodo los enfermos, deformes y defectuosos (como se les denominaba) eran marginados y apartados, considerados anormales e incluso en muchas ocasiones temidos; lo que conllevaba un rechazo social e incluso una persecución por parte de los poderes civiles y religiosos. Esto era así porque se les confundía con locos, herejes, delincuentes y vagos.
No solo eso, sino que en países como en Francia se construyeron fortalezas y ciudades amuralladas para esconder (literalmente) a las personas con algún tipo de discapacidad. En el siglo XIV, discapacitados físicos, sensoriales o mentales vivían confinados y eran exhibidos los fines de semana en zoológicos o espectáculos circenses para diversión de las gentes e incluso para que sus familias rectificaran en los pecados cometidos, a modo de manipulación de la conciencia de estas, puesto que se consideraba que la discapacidad era una señal de castigo enviada por Dios.
A modo de ilustración, citar el escrito Malleus Maleficarum (1487, Jacob Sprenger y Heinrich Krämer) en el que declaraban que los niños con discapacidad eran producto de madres involucradas en la brujería y la magia.
También en esta época se persiguió a personas con enfermedades mentales como esquizofrenia o epilepsia, puesto que eran consideradas endemoniadas o poseídas, a las que había que practicarles exorcismos. El catolicismo hace su aportación: los genios del mal son representados en la figura de seres físicamente deformes; la deformidad es un castigo divino y la enfermedad es obra del demonio.
Cirugías, trepanaciones y tortura como remedio a la discapacidad mentalDurante mucho tiempo, la sociedad creyó que las personas con discapacidad eran seres minusválidos, sin valor, incapaces de desarrollar conciencia crítica ni sentimientos, por tanto, seres sin voz ni voto.
Afortunadamente, esta concepción sobre la discapacidad ha sido superada hace mucho tiempo gracias a la información, la educación y el desarrollo de valores sociales, entre otros. La inclusión predomina en la época actual, pero aún queda mucho camino por recorrer en cuanto a la eliminación de todo tipo de barreras: la meta es el logro de la plena inclusión.
Cierto es que queda mucho camino, pero gracias a reflexiones como esta tuya, vemos que el camino es posible ;) Gracias.
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